Una semana después de que la HBO anunciara su renovación, Juego de Tronos sigue manteniendo prácticamente la misma audiencia que la conseguida en la esperada premiere de la segunda temporada.
What Is Dead May Never Die, el tercer episodio de la segunda temporada de Juego de Tronos, logró reunir frente al televisor a 3,8 millones de espectadores, cifra a la que hay que sumar 776.000 espectadores adicionales que lo visionarion en una posterior repetición. Este dato supone tan solo una bajada del 3% respecto a la premiere de la segunda temporada.
Bastante peor le fueron las cosas a Girls, la nueva comedia de Judd Apatow, creador de las series de culto Freaks and Geeks y Undeclared y Lena Dunham, cuyo estreno solo atrajo a 872.000 espectadores, dato que no le augura un futuro muy prometedor.